Hace unos días con motivo del 55 aniversario del reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres, recordábamos a las primeras mujeres que después del 17 de octubre de 1953, empezaron a ser postuladas para ocupar posiciones de representación política. Todas ellas postuladas por el Partido Revolucionario Institucional.
La primera de ellas Luz Maria Martínez quien en 1957 fue la primera mujer presidenta municipal del municipio de San Martín Texmelucan, recientemente fallecida.
Ayer conocimos del deceso de Esperanza Ramos Rodríguez de Naranjo.
Para quienes tuvimos el privilegio no solo de conocerla y de quererla; también para quienes sentimos su respaldo y apoyo y pudimos atestiguar su participación constante al interior de su partido político representa una gran pérdida.
“Esperancita” como la llamábamos, inició su trabajo político en 1945, para 1947 recibió el nombramiento de parte del Comité Ejecutivo Central del PRI presidido por el Gral. Rodolfo Sánchez Taboada como Secretaria de Acción Femenil del Comité Ejecutivo Regional en el estado de Puebla, entonces el comité estaba presidido por el Lic. Arturo Escamilla Ramos. Desde 1950 colaboró y fue miembro de la CROM, prestando servicios en la Cámara de Trabajo CROM de Atlixco, Puebla.
En 1954 fue nombrada Oficial Mayor de esta organización en su sede estatal en Puebla donde en 1960 la eligieron Secretaria de Acción Femenil, posición que pudo lograr gracias al respaldo de su dirigente estatal de la CROM Rafael Munguía Baltazares.
Desde esta posición y con el apoyo de su organización CROM es postulada por el PRI como candidata a diputada local del para entonces recién formado distrito 3 con cabecera en San Martín Texmelucan triunfa en la elección de 1962 y se convierte en la primera mujer que ocupa una curul en el Congreso del estado de Puebla, formando parte de la XLII Legislatura local.
Ella nos platicaba que sólo había estudiado una carrera secretarial, en aquella época en su casa no había luz eléctrica y con una vela se ponía a estudiar, pero fue una autodidacta al grado que conocía en su totalidad la Ley Federal del Trabajo, base del ejercicio de su servicio como militante durante toda su vida en su organización, donde atendía la protección de los derechos laborales de las trabajadoras de los diferentes sindicatos afiliados a la CROM; también nos platicaba que cuando había sido diputada a pesar de ser la única mujer siempre contó con un trato respetuoso y de apoyo de sus compañeros diputados orientándola en su desempeño, especialmente cuando en su momento como diputada les correspondió participar desde el Congreso cuando surgió el movimiento en contra de Nava Castillo.
Este compromiso social que mantuvo hasta hace muy pocos años en que su edad, pero especialmente su enfermedad ya no lo permitieron seguir trabajando; lo trasladó también en 1977 a labores de asistencia social al convertirse en la presidenta del DIF Municipal de San Martín Texmelucan apoyando a su esposo Marcelino Naranjo Santillán ya fallecido, quien en el período 1977-1980 fue presidente municipal de este municipio.
A “Esperancita” se le encontraba siempre atendiendo a personas en la Cámara del Trabajo CROM de Atlixco, todavía hace tres años me acompañaba en diversos trabajos políticos que me correspondía realizar en el distrito de Atlixco, por fortuna el CDE del PRI le reconoció su aportación en vida con diversos reconocimientos que le hicimos las organizaciones de mujeres, el entonces Congreso de Mujeres por Cambio, el Organismo Estatal de Mujeres Priístas y recientemente en el mes de septiembre el reconocimiento de mas de 50 años de militancia otorgado por el CDE del PRI.
En sus diversos puestos sindicales, en el Sindicato de Obreros Progresistas de la Fábrica “El Carmen”, en la Cámara de Trabajo CROM de Atlixco, como Oficial Mayor en la CROM estatal, en el Sindicato “Mártires del 7 de Enero” de la Fábrica San Martín S.A., así como en su paso por el Congreso del Estado de Puebla, se destacó por su entrega a favor de la clase trabajadora.
Con la muerte de Esperanza Ramos de Naranjo concluye una etapa en la historia de la política de las mujeres poblanas y hoy le corresponderá a otras mujeres continuar abriendo más espacios de representación para las mujeres poblanas.
Aunque perteneció a una familia muy numerosa de 12 hermanos, ella solo tuvo dos hijos: una hija Ma. de la Paz Naranjo Ramos que sigue sus pasos en el servicio político y que actualmente es regidora en el municipio de San Martín Texmelucan y un hijo Marcelino Naranjo Ramos, seis nietos y tres bisnietos.
Nuestra solidaridad y cariño a todos ellos.
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