A mediados del año anterior, analizaba una entrevista de Lorena de la Canal publicada en la revista “El mundo del Abogado” al abogado Elías Mansur autor de la obra “El divorcio sin causa en México. Génesis para el siglo XXI”.
El jurista señalaba que el matrimonio de hoy ya no es el mismo de hace 50 años, las relaciones se desgastan y los matrimonios también. El trámite es tortuoso, largo, excesivamente caro y proponía una reforma para que la decisión de estar casado, o no, dependa de los cónyuges y no tratar de mantenerlos juntos por la complejidad del proceso de divorcio que mantiene el Estado en sus leyes para intentar salvar matrimonios.
Su propuesta: derogar las causales de divorcio; ya que hoy –decía- hasta el divorcio voluntario es difícil de tramitar; pero en el caso de los divorcios necesarios resulta todavía más complejo, argumentando: “cuando un cónyuge está enfermo o se vuelve incapaz el Estado a regañadientes reconoce que el cónyuge sano no está obligado a vivir una relación de ese tipo; el divorcio-sanción, que se presenta por adulterio, maltrato,etc; y el de insubsistencia objetiva del matrimonio, es decir la separación por más de dos años y mas de un año en el DF, que no tiene cónyuge culpable, ya que es el reconocimiento del Estado de que ya no hay matrimonio.”
Es en esta vertiente el jurista refiere que si en un matrimonio los cónyuges ya no quieren estar casados es que el matrimonio se acabó y el Estado debe otorgar las facilidades para que se dé la separación y los jueces deben resolver; cuando una de las dos personas definitivamente no quiere mantenerse dentro del lazo del matrimonio debe permitírsele salir, si son los dos, es mas fácil, pero basta con la voluntad de uno de ellos; sin contemplar la razón, sin necesidad de inventar causales.
Traigo a cuenta esta entrevista porque en la Gaceta Oficial del Gobierno del Distrito Federal fueron publicadas las reformas al Código Civil y de Procedimientos Civiles del Distrito Federal aprobadas en agosto por la Asamblea Legislativa que elimina las 21 causales de divorcio que existían y dan paso con ello a que los divorcios en el Distrito Federal sean rápidos.
A partir del sábado anterior fecha de su publicación, en el DF. bastará con que uno de los cónyuges, sin precisar algún motivo, solicite su deseo de separarse para que en 30 días quede disuelto su vínculo matrimonial.
El solicitante deberá presentar, al momento de pedir el divorcio, una propuesta de convenio que incluya, en el caso de haber hijos, el monto y las garantías para el pago de la pensión, cuál de los dos cónyuges mantendrá la custodia de los hijos, y un régimen de visita a los menores.
Para que el divorcio se concrete de manera expedita, ambos cónyuges deberán estar de acuerdo en todos los términos del convenio. De esa manera, el divorcio se dictará de inmediato.
Si existen diferencias, la contraparte deberá presentar su propia propuesta de convenio.
El juez podrá abrir un período de pruebas de 10 días, y resolverá en otros tres días.
Si las diferencias continúan, se podrá abrir un juicio, pero únicamente respecto a la guardia y custodia de los hijos, la pensión y el reparto de los bienes, no respecto al vínculo matrimonial.
Las argumentaciones manifiestas para aprobar estas reformas en muchas de sus partes se dan a partir del razonamiento jurídico del jurista Elías Mansur: hacer menos traumáticos los divorcios para los hijos sin afectar su desarrollo integral; quitando la comparación habitual que se hace de “hijos de padres casados con hijos de padres divorciados”; cuando el comparativo debe hacerse “con hijos de padres casados en conflicto” que incluso en divorcios de mucho conflicto, muchas veces tenían que dar testimonio familiar para influir en la decisión del juez; y por supuesto la garantía de respeto a los derechos de las mujeres.
Para poder divorciarse en estos términos, será necesario que el domicilio conyugal esté ubicado en el Distrito Federal, independientemente del lugar de origen de los cónyuges.
Si duda esta reforma generará muchos comentarios, sin embargo si bien es cierto la familia es el núcleo de la sociedad y la base de toda dinámica social, también es cierto que las familias de hoy no son las mismas familias de ayer, los roles de sus miembros han cambiado y este es el mundo en que nos está tocando vivir.
Señala el jurista Manzur “Lo anterior nos revela que estamos en un mundo distinto, antes era “hasta que la muerte nos separe” y los matrimonios duraban 20 años; pero hoy la promesa de vida es de 70 años y los matrimonios pueden durar entonces hasta 40 años, y las relaciones se desgastan. El matrimonio es un contrato que requiere la voluntad cotidiana de renovación.”
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