Mucho se ha hablado de la necesidad de cumplir más eficientemente la responsabilidad conferida a las y los diputados.
A diferencia del siglo XX el papel de los legisladores se ha transformado, se ha ido recobrando su papel de representantes políticos, de fiscalizadores de los bienes públicos e impulsores del desarrollo social a través de normas útiles para el bienestar colectivo. El papel de legitimador de decisiones del Poder Ejecutivo ha ido quedando atrás.
El empuje de la sociedad sin duda fue fundamental en esa transformación; hoy se ha vuelto muy importante el debate, ya que la verdadera estabilidad se deriva de acuerdos democráticos; a diferencia del rol que se seguía en el siglo XX donde el peso del debate era mucho menor.
Tres de los puntos de mayor crítica ciudadana han sido abordados en una Iniciativa de reformas y adiciones a diversas disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado presentada por el grupo parlamentario del PRI.
La conformación inmediata de una Agenda Legislativa común que permita incorporar el conjunto de temas y proyectos que se impulsarán durante el ejercicio del período legislativo, en el menor tiempo posible una vez instalada la legislatura; la mayor crítica que recae sin lugar a duda, en la productividad legislativa como la obligación de las y los diputados en el proceso legislativo; y, el trabajo en comisiones legislativas espacio donde se acuerdan, aprueban y elaboran los dictámenes turnados por el Pleno del Congreso ya sea en sentido positivo o negativo, pero dictaminarlas.
Estos tres rubros son de atención medular ya que es necesario señalar tiempos de desahogo de temas y sin duda establecer las excepciones y acciones complementarias para evitar lo que se llama “parálisis legislativa”.
Muchas veces al inicio de una legislatura el debate y la discusión derivan en pocos acuerdos que retrasan la presentación del programa base que impulsarán los grupos parlamentarios, cuando es de todos sabido que en cada campaña política se difunden los principales compromisos que asumen en sus plataformas políticas derivadas de las plataformas electorales que se presentan para contender; de ahí que la Iniciativa propone que los grupos parlamentarios a través de sus coordinadores, en el seno de la Gran Comisión presenten sus propuestas al Presidente, las debatan y construyan consensos para elaborar la Agenda Común de la Legislatura, la cual deberá acordarse dentro de los treinta días hábiles posteriores al inicio de cada legislatura, pudiendo actualizarse al inicio de cada año de ejercicio.
Sobre la productividad legislativa se propone como base la obligatoriedad de presentar cuando menos una Iniciativa de Ley o Decreto o Acuerdo durante su desempeño cada diputado y diputada, de manera que si el Congreso está integrado por 41 diputados estaríamos hablando de un mínimo de 41 Iniciativas presentadas durante el período de cada legislatura. Otro punto especificado en esta propuesta es el de asistir con puntualidad a las sesiones de Congreso, de Comisiones, de Comités y a los actos relacionados con la función legislativa, pudiendo no concurrir sólo por causa justificada o licencia concedida por el Congreso.
En el caso del trabajo en Comisiones y a efecto de evitar el rezago legislativo, la propuesta presentada señala que las Comisiones deberán presentar sus dictámenes de Iniciativas de Ley o Decretos, proyectos de Acuerdos y demás asuntos turnados a más tardar en un término no mayor de setenta días hábiles siguientes a su recepción, excepción de aquellos que requieran un plazo distinto por la naturaleza del tema, cuya prórroga deberá solicitarse al Pleno del Congreso.
Pero si alguna comisión no solicitó prórroga y no cumple con la presentación del dictamen, otorga facultades a la Gran Comisión para que por conducto de su Presidente proponga al Pleno del Congreso la integración de una comisión especial o la reasignación a una comisión distinta que concluya el estudio y dictamen.
Un punto de suma importancia es la previsión en caso de que algún asunto no llegara a resolverse o no sea dictamine, de ahí que se propone queden para la siguiente legislatura en calidad de proyectos, a efecto de evitar que las subsecuentes legislaturas carguen con una serie de Iniciativas que dejaron pendientes y que necesariamente como tales deben dictaminarse en sentido negativo o positivo, las cuales hoy se suman a las que se presentan en el nuevo período legislativo.
Esta Iniciativa presentada por el grupo parlamentario del PRI de ser aprobada por el Pleno del Congreso, pretende sentar las bases para cumplir la responsabilidad principal de legislar en los tiempos que requiere la dinámica social y el adecuado funcionamiento de las instituciones, ya que somos los primeros obligados en reconocer que la percepción ciudadana sobre el desempeño de los representantes populares en el país no es la mejor.
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