Leía recientemente un análisis sobre el velo que llevan cada vez más las mujeres musulmanas, no solo en el mundo árabe más tradicional, sino también en países con sociedades más laicas como Egipto, Marruecos o Argelia, interpretado comúnmente como una manera de reforzar su identidad cultural. Sin embargo investigadoras señalan que esta interpretación es “simplista y hasta peligrosa” Marnia Lazreg profesora de la Universidad de Nueva York considerada como una de las mejores especialistas en estudios de las mujeres musulmanas sostiene que “el uso del velo no forma parte de un movimiento cultural sino de una campaña empeñada en atajar los movimientos a favor de los derechos de las mujeres musulmanas”. Traigo a cuenta esto porque evidentemente este texto me llevó a recordar una nota recientemente publicada en la que dan a conocer que la Secretaria de Educación Pública de Guanajuato eliminó las imágenes de los órganos sexuales masculinos y femeninos del texto de Biología de los alumnos de primero de secundaria, con el argumento de que son temas que requieren “conocimiento técnico y juicio moral”.

Nada más patético en momentos en que expertos de América Latina han concluido una serie de estudios que han permitido que la UNESCO fije directrices para una educación en sexualidad, por ser absolutamente necesario dar información veraz y confiable a las y los jóvenes. Esta directriz sobre otorgar una educación en sexualidad, es producto de la advertencia que surge de estudios que han comprobado que por carecer de información veraz y confiable los jóvenes son potencialmente vulnerables ante la coerción, el abuso, la explotación, el embarazo no planificado y las infecciones transmisibles incluyendo el VIH, a pesar de que estos temas tratan de un aspecto inherente a la vida humana que no puede entenderse, sin hacer referencia al género y la diversidad; lo que da como resultado que cuando llegan a la edad adulta llevan consigo mensajes contradictorios y confusos sobre su sexualidad y el género “que se exacerba con el silencio y desaprobación de padres y maestros ante la posibilidad de tener una discusión franca y abierta sobre estos temas, en los momentos cuando se hace más necesaria”.

De ahí que pareciera que quieren colocar ese “velo” a los jóvenes al suprimirles imágenes y textos del aparato reproductivo del hombre y de la mujer, para atajar su derecho a una educación responsable. A pesar de ello dicen los expertos muchos jóvenes son conscientes de su sexualidad y la ejercen cada vez a más temprana edad, aunque formalizan su relación de pareja mas tarde en la vida y prolongan así el tiempo entre el inicio de su actividad sexual y el matrimonio, cuando llegan a elegir esta opción.

Para aquellos que quieren que nos coloquemos el “velo” es necesario informarles que estas directrices son producto de las propuestas realizadas durante la Consulta Técnica Regional sobre Directrices Internacionales para Educación en Sexualidad que se realizó en México con lo cual se dará seguimiento a la declaración ministerial “Prevenir con Educación” suscrita por los Secretarios de Salud de todos los países de América Latina el pasado mes de agosto y México como el resto de los países acordó adoptar su contenido como una herramienta para otorgar educación en sexualidad entendida de manera integral.

Por ello esos conceptos que incorporaron en los libros de texto en Guanajuato como el que “la virginidad es un tesoro que desean entregar a la persona mas importante de su vida” que “El único medio garantizado al 100% para evitar el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual es esperar hasta el matrimonio” “inhibir el uso de métodos anticonceptivos y promover métodos naturales de control natal, enumerando sus efectos negativos en la mujer”, señalando que “la procreación sólo puede tener un marco adecuado en el matrimonio” que \"la masturbación se limita a la procuración del placer individual: un goce egoísta que prescinden de la otra persona\" o “que la píldora anticonceptiva de emergencia te puede dar cáncer de útero\" son sin duda una oleada mas del retroceso en el que quieren sumergirnos.

Claro ya tenemos varios ejemplos de que los compromisos que ha firmado nuestros país en materia de derechos humanos de niños y niñas, de jóvenes y de mujeres; no han sido cumplidos en los últimos meses. Sin embargo se equivocan como en el caso de las musulmanas si pretenden interpretar “el uso del velo” que quieren colocarnos de manera simplista –parafraseando a la Profesora Marnia Lazreg- porque puede incluso ser peligroso ya que con esto no pueden tapar la realidad que vive el conjunto de la sociedad de hoy y se equivocan más, si piensan que con ese “velo” podrán “atajar los movimientos a favor de los derechos de las mujeres”.

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