Estamos a un año del bicentenario de nuestra independencia, podemos decir que a partir de hoy inicia la cuenta regresiva para tan memorable fecha, que nos invita a reflexionar sobre lo que hemos hecho por este país, que todos nosotros y nuestros ancestros hemos construido paso a paso, sí con imponderables, sangre y sufrimiento, pero también con la enorme voluntad característica de los mexicanos.
Más allá de las banderitas tricolores que nos acompañan de manera festiva durante estos días en el mes patrio, los mexicanos tomamos estas fechas como la oportunidad para sentirnos orgullosos de lo que representa el legado de nuestros próceres, pero sobre todo de lo que cada uno como ciudadano aporta día con día, para ver crecer a nuestros hijos y mejorar nuestra calidad de vida, construyendo así un mejor país.
Los obstáculos siempre han sido muchos y hoy particularmente vivimos agobiados por una crisis económica que tiene alcances todavía no calculados, una inseguridad pública que sigue siendo el gran flagelo de la nación y por un deterioro de la confianza en las instituciones que rigen al país.
No podemos hacer a un lado todos estos factores cuando hacemos esta reflexión, porque son el contexto con el cual tenemos que pararnos para encontrar todos esos motivos que nos lleven no sólo a salir del bache en el que nos encontramos, sino a continuar en el rumbo democrático y de consolidación que demanda México.
Como padre de familia soy un convencido de que todos nuestros esfuerzos están concentrados en generarnos mejores oportunidades en lo individual y, principalmente, garantizar a nuestros hijos las herramientas indispensables para que continúen la tarea en el futuro; es decir, proveerlos de más y mejor educación, alternativas de salud efectiva y eficiente, así como sentar las bases para que ellos tengan las posibilidades de empleo que, hoy, desafortunadamente son cada vez más reducidas.
En lo particular soy un convencido de que Puebla, nuestra ciudad y nuestro municipio, es una pieza fundamental en el motor de desarrollo del país, la cuarta urbe de importancia en el país, con un crecimiento acelerado, la demanda permanente de servicios, pero también con un rumbo claro y definido de lo que se requiere para mantenerse como un centro de desarrollo, cultural y educativo en crecimiento, moderna y funcional.
Construir un proyecto para esta nuestra ciudad en la que vivimos resulta fundamental hacia el futuro, porque así damos pasos precisamente para consolidar nuestra independencia y hacer válida nuestra celebración dentro de un año cuando lleguemos al bicentenario.
En lo particular soy un convencido de que Puebla, nuestra ciudad y nuestro municipio, es una pieza fundamental en el motor de desarrollo del país, la cuarta urbe de importancia en el país, con un crecimiento acelerado, la demanda permanente de servicios, pero también con un rumbo claro y definido de lo que se requiere para mantenerse como un centro de desarrollo, cultural y educativo en crecimiento, moderna y funcional.
Construir un proyecto para esta nuestra ciudad en la que vivimos resulta fundamental hacia el futuro, porque así damos pasos precisamente para consolidar nuestra independencia y hacer válida nuestra celebración dentro de un año cuando lleguemos al bicentenario.
Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado
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