La crisis mundial ha afectado sin lugar a dudas a todos los estratos productivos del país, en particular a la industria y si queremos ser más específicos, al sector automotriz, lo que involucra no sólo a las plantas productoras de automóviles, sino a decenas de empresas proveedoras que subsisten alrededor de las grandes armadoras.
En este año en el que se agudizó la crisis, el Gobierno Federal vio en este sector precisamente uno de los más importantes por lo que lo incluyó en el programa de apoyos para industrias que recurrieran a los paros técnicos, con la finalidad de buscar alternativas que mantuvieran a las empresas en operación.
Para Puebla, sobra decir, la industria automotriz es un motor fundamental, representa el eslabón más fuerte de las manufacturas poblanas, siendo el que mayor valor agregado genera, que mayor número de inversiones atrae, así como las que son el soporte de las exportaciones, todo ello gracias a la firma alemana Volkswagen que es ancla de esta actividad productiva.
En los últimos meses hemos observado con detenimiento cuál ha sido el comportamiento de esta firma que genera alrededor de 11 mil empleos, de los cuales al menos 9 mil 200 son sindicalizados, y hemos visto el esfuerzo de entendimiento que se ha logrado para alcanzar acuerdos, principalmente en el tema de los paros técnicos, buscando siempre no afectar el número de empleos.
Esto, como resultado de que las ventas del sector automotriz en su conjunto se ha caído, no sólo en el mercado mexicano sino en el de los Estados Unidos, el principal destino de las exportaciones de la armadora, además de que según los conocedores del sector aún no existe una recuperación sostenida en los mercados mundiales y ello obliga a ver el futuro con mucha cautela.
Por ello, el hecho de que haya estallado la huelga en la armadora alemana es un motivo de preocupación, porque sabemos claramente que el impacto que tiene no sólo va hacia los más de 11 mil empleados de la empresa, sino a miles más de diversas firmas proveedoras que, en su mayoría, dependen de la producción de Volkswagen.
Asimismo, resulta importante destacar el trabajo realizado por el Gobierno Estatal para conciliar los intereses, para buscar los canales de entendimiento que lleven a una negociación que beneficie tanto a la parte patronal como a la de los trabajadores.
En lo particular creo que en estos momentos no se trata de ponerse a favor o en contra de ninguna de las partes, sino del sostenimiento de nuestra planta productiva, sobre todo en tiempos de crisis, en donde como se dice coloquialmente “el horno no está para bollos”.
Esperamos, todos, que el conflicto laboral se resuelva satisfactoriamente y que sirva de motor para continuar el trabajo sostenido alcanzado hasta hoy en este sector, pues representa mucho para el desarrollo económico de nuestro estado.
Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado
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