Diputado Pablo Fernández del Campo Espinosa 19 de Octubre de 2010
El avance de la ciencia y la falta de conciencia de la sociedad son una mala combinación, ya que si bien es cierto el desarrollo de nuevas tecnologías facilitan diversas actividades, también lo es que al concluir la vida útil de productos no se desechan ni se realiza su disposición final en la forma idónea, acaban en algún río o barranca, o su destrucción se realiza de manera incorrecta, generando un daño irreversible al entorno.
La protección y cuidado del medio ambiente, debe ser una práctica cotidiana que permita evitar resultados inmediatos que afectan la salud de quienes lamentablemente desarrollan sus actividades en la proximidad de alguna fuente de contaminación fija o móvil, así como los resultados de largo plazo resultado de la suma de actividades contaminantes que generan fenómenos climatológicos que resultan en perdidas humanas y materiales.
En la actualidad son diversas las fuentes de emisiones que dañan la atmosfera y la salud de los ciudadanos, en la zona metropolitana de Puebla, los baños públicos, talleres mecánicos, pollerías, hornos de pintura y ladrilleras emiten un porcentaje considerable de la contaminación que hay en esta zona, solo detrás de la generada por el transporte público pero, increíblemente, por encima de las industrias.
Lo anterior debido a que utilizan cualquier material como combustible, no cuentan con mantenimiento los equipos que utilizan, no hay un cambio de filtros en las chimeneas ni se construyen estas observando la norma oficial aplicable.
Las emisiones contaminantes que producen los baños públicos en la zona metropolitana, generan enfermedades respiratorias, y molestias en los ojos y garganta, ya que según algunos de los vecinos afectados utilizan cualquier material como combustible y van desde madera, estopas con aceites, llantas, pañales, filtros de la industria automotriz, y cualquier objeto que pueda quemarse.
Ello, se traduce lógicamente en que las calderas no cumplan con la más mínimo indicador de calidad ambiental establecida por la ley y rebasa las emisiones contaminantes establecidas por la norma ambiental.
Es importante señalar que existen lugares, conocidos y denunciados por quienes padecen sus irregularidades, donde los propietarios acceden, a la quema de materiales quirúrgicos y restos de animales domésticos que agravan aun mas la situación.
La Ley para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable del Estado, ordenamiento aplicable a la materia, señala en su artículo 117, fracción II, que la Secretaría y los Ayuntamientos regularán y establecerán las medidas tendientes a evitar la quema de cualquier tipo de residuo sólido o líquido, incluyendo llantas usadas, plásticos, lubricantes usados, solventes, entre otras, dichos materiales que son utilizados mayoramente por este tipo de establecimientos.
A su vez, establece que es competencia de los ayuntamientos verificar fuentes fijas emisoras de contaminantes a la atmosfera que funcionan como establecimientos mercantiles o de servicio.
Por eso, hace unos días presenté un exhorto en la tribuna del Congreso del Estado, a fin de que los gobiernos municipales metropolitanos para reforzar sus mecanismos de verificación y aplicar en consecuencia las sanciones a los negocios infractores.
Hoy mas que nunca es impostergable ejecutar acciones de verificación y clausura de estas fuentes irregulares de emisión de contaminantes, es urgente atender la problemática que se genera por los baños públicos, y otras fuentes fijas de emisiones a la atmosfera en la zona metropolitana, que están mermando nuestra salud.
Nada de lo que hagamos para heredar un mejor planeta para nuestros hijos está de más, todo lo que dejemos de hacer, con seguridad alguien nos lo reclamará como sociedad. *Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado |