Diputado Pablo Fernández del Campo Espinosa
10 de marzo de 2010 

Esta semana en el Congreso del Estado se presentó la Reforma Integral de Justicia Penal, que es producto de un esfuerzo conjunto entre los tres poderes y que nos enseña que en nuestro Estado podemos conseguir logros a partir de la inclusión y las aportaciones de todos.

No es cosa menor cuando hablamos del marco jurídico para el desarrollo armónico de nuestra sociedad, sobre todo en estos tiempos de creciente inseguridad pública y con la enorme necesidad de poner freno a la delincuencia e ir a fondo en la procuración de justicia.

La reforma resultó de la participación ciudadana, de la aportación de experiencias de funcionarios públicos y de especialistas en el tema. Respecto a la administración y procuración de justicia muchas son las ideas que se encuadraron a los lineamientos que señaló la reforma federal, y que generosamente muchas personas compartieron para mejorar el procedimiento penal en nuestra entidad.

En términos generales la Reforma Integral de Justicia Penal incluye tres grandes rubros: Justicia Penal, propiamente dicha; Reinserción Social; y Justicia para Adolescentes.

En el primero de los rubros se plantea otorgar facultades específicas al Congreso del Estado, para que pueda legislar sobre el sistema de justicia penal; y también se actualizaron las facultades del Ministerio Público acorde a lo que recién establece la Constitución General de la República.

Con respecto al tema de Reinserción Social se actualizó la denominación al anterior tratamiento de readaptación social y se incluyeron los nuevos elementos que marca la Constitución de la República. Asimismo, se transfirieron las facultades al Poder Judicial para conocer de todos los beneficios preliberacionales, judicializando así todo el proceso penal desde la consignación hasta que el sentenciado concluya de compurgar su sentencia.

Por lo que hace al tema de Justicia para Adolescentes, se actualizó la Constitución local estableciendo específicamente la edad de las personas que deberán ser sujetas a un sistema integral de justicia cuando cometan conductas consideradas como delitos y las garantías para ellas.

Generar las condiciones para ir adecuando las leyes al mismo ritmo que la evolución de nuestra sociedad es un enorme reto, que es posible con lo que hoy afortunadamente han logrado los foros de participación ciudadana: unión, aportaciones, iniciativa, ánimo, deseos de conseguir y de transformar nuestras instituciones, en pro de la seguridad de todos.
 
Lo que sigue de ahora en adelante es desarrollar la reforma penal hasta sus últimas consecuencias, hasta lograr hacer efectivos los cambios que nos permitan mejores condiciones en seguridad, procuración e impartición de justicia.

• Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado