Ciudadanos organizados
|
Diputado Pablo Fernández del Campo Espinosa 20 de enero de 2010 Ya tiene algunos años que tuve la oportunidad de conocer a los productores organizados de tortilla en el Distrito que represento, particularmente en San Francisco Totimehuacán y desde entonces hemos preservado una relación amistosa, la cual me ha permitido también conocer de cerca la problemática de esta rama microindustrial. Me atrevo a poner como ejemplo el trabajo de estos productores organizados porque no sólo fueron capaces de agruparse para defender sus derechos, sino el patrimonio de sus familias y buscar alternativas hoy, que son tiempos de crisis y que precisamente se ven afectados por medidas como el incremento de los combustibles. Hace algunos meses logramos acuerdos con la Secretaría de Economía Federal para alcanzar la reestructuración de créditos dentro del Programa “Mi tortilla” y el compromiso para reducir los trámites para la ejecución del Programa de Apoyo a la Industria Molinera de Nixtamal (Promasa). Más adelante, en el Congreso local hicimos una serie de pronunciamientos y exhortos para respaldar a los tortilleros, con la perspectiva de que, a través de ellos, se apoyara a las clases más necesitadas manteniendo el precio de este producto que es básico y forma parte de la dieta diaria de los poblanos. Además, hicimos gestiones con las autoridades municipales buscando también mecanismos de apoyo para estos industriales de la masa y la tortilla, con acuerdos concretos con la Sindicatura del Ayuntamiento para preservar su fuente de trabajo. Lo relevante del caso es que todo es producto de la organización de los industriales, quienes se agruparon para defenderse y para formalizar la empresa integradora poblana Cinaltepetl, que les permite comercializar la tortilla, tener una figura jurídica y consolidar este sector pese a las condiciones adversas de la economía. Resalta el apoyo que el Gobierno del Estado hizo para en un esfuerzo por atender a este segmento, a través de subsidios, y principalmente a los ciudadanos, con el fin de mantener el precio de la tortilla en esta coyuntura de incremento de precios. Creo entonces que éste es un ejemplo de lo que se puede lograr de manera conjunta para alcanzar metas, sostener la planta productiva y mantener los empleos que tanta falta nos hacen, además de contribuir socialmente con las clases populares, al sostener el precio de la tortilla. Considero también que nuestra responsabilidad como legisladores está, por supuesto, en promover iniciativas y aprobar leyes que armonicen el ejercicio de gobierno, faciliten las tareas públicas, den orden a la convivencia ciudadana y se traduzcan en beneficios sociales, pero al mismo tiempo, soy un convencido de que la mejor forma de retroalimentar esta labor en el Congreso radica en el contacto permanente con la gente y las organizaciones de ciudadanos a los que representamos. Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado |
