Diputado Pablo Fernández del Campo
6 de enero de 2010

En otra oportunidad había señalado en este mismo espacio que al Gobierno Federal le había faltado imaginación para enfrentar la crisis económica que nos agobió durante 2009 y que sigue generando consecuencias negativas, que había tomado decisiones poco acertadas para proteger la economía de las familias.

Lo más preocupante es que sigue siendo esa la constante, pues además de entregar los números más negativos de los últimos años en materia económica, el Gobierno de la República optó sin mayores explicaciones por  aumentar los precios de los energéticos, sin previo aviso y como decíamos, sin una argumentación sólida.

El alza a la gasolina magna se dio el pasado 19 de diciembre para terminar el primero de enero en 7.88 el litro y de paso también elevar el precio de la Premium que dio el salto de 9.57 a 9.64 pesos y el Diesel de 6.85 a 6.93 pesos el litro.

Con esta decisión no sólo se eleva el precio de las gasolinas y el diesel sino también, en consecuencia, los productos básicos, lo cual se traducirá primero en una caída del poder adquisitivo, en inflación, pero sobre todo en el deterioro del nivel de vida de millones de mexicanos.
En su momento, presenté un punto de acuerdo para evidenciar la difícil situación de los productores de tortilla que hoy resienten el incremento en los fletes y, como resultado de ello, aumentan el precio de su producto.

Es pertinente ante esta situación hacer un llamado al Gobierno Federal para blindar la canasta básica y así evitar que los que menos tienen sufran una vez más la carestía que nos ha llevado en sólo nueve años, a un crecimiento desproporcionado en el número de mexicanos en pobreza y marginación.
Asimismo, es importante señalar que el aumento al salario mínimo resulta insignificante y pasará inadvertido ante la inflación que lo supera por mucho. El incremento de 4.58%  al salario nada podrá hacer ante una inflación de por lo menos 7%, ya estimada en estos momentos.

Creo que como lo señaló la lideresa del PRI, Beatriz Paredes, los mexicanos iniciamos el año con incertidumbre sobre la capacidad de nuestra planta productiva de mantener vigentes los empleos que existen y convencidos, por desgracia, de la incapacidad del Gobierno Federal para generar empleo y defender el salario de los mexicanos.

Al contrario hoy quienes dirigen los destinos de nuestro país rompen su compromiso de mantener el precio de los energéticos como se había establecido luego del paquete fiscal que, de por sí, ya traía medidas dolorosas.

Es importante que se recapacite en estas medidas que afectan a la economía de las familias, de tener una mayor sensibilidad ante la crudeza de la crisis y de que el Gobierno Federal asuma el control inteligente de los hilos de nuestra economía.

Aun con este panorama, soy un convencido de la capacidad de los mexicanos y en particular de los poblanos para salir adelante, por lo que quiero aprovechar esta oportunidad para desearles a todos los lectores un año para la concreción de sus anhelos y de éxito, así como de bienestar para los suyos.

 Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado