Diputado Pablo Fernández del Campo Espinosa
21 de julio de 2010

El priísmo poblano enfrentará en los próximos meses un proceso de transición no sólo por la entrega del poder, sino por lo que será un cambio natural de estatus a nivel local, en donde las premisas fundamentales para la recomposición tendrán que ser la inclusión, la tolerancia y la búsqueda de perfiles frescos que vengan a darle el empuje que requerirá una oposición responsable, pero sobre todo exigente y demandante ante el nuevo gobierno.
Los ejemplos de Zacatecas, Baja California, Aguascalientes y Tlaxcala tendrían que ser tomados en cuenta, desde ahora, como referentes de que aun con escenarios adversos, existe también la posibilidad de recomponer y reconstruir el tejido político, siempre pensando en la gente, en el ciudadano, quien premia y castiga.

Ante ello, el diálogo y el acuerdo entre los actores políticos no sólo es necesario sino indispensable para darle viabilidad al sistema democrático de nuestro estado, para aportar a la gobernabilidad necesaria que exige un sistema que puede cambiar de actores, pero que demanda equilibrios y puntos de vista divergentes.

Por otra parte, estamos obligados a ofrecer a los ciudadanos los liderazgos que se identifiquen con la nueva realidad que vivimos, que convenzan a la gente, que se adecuen a las condiciones cambiantes de la política local, nacional y mundial, pero sobre todo que respondan a los perfiles que nuestra sociedad reclama.

Ahí –creo- que radica nuestro gran reto: en estar a la altura de una comunidad plural, inteligente, reflexiva, democráticamente más madura y que, como señalaba líneas atrás, usa el voto como el instrumento para avalar o cambiar las formas y estilos de gobierno.

Esta nueva realidad plantea, por un lado que quienes nos dedicamos a la política asumamos primero las condiciones de nuestro entorno y actuar en consecuencia. Y, por el otro, que los nuevos gobernantes entiendan que la sociedad no entrega cheques en blanco y que quienes seremos sus opositores tendremos la obligación democrática de ser críticos, en el marco de la construcción de acuerdos.

Lo relevante es que no debemos empezar hasta que los tiempos constitucionales lo marquen, desde hoy tenemos que entender que el status quo se modificó y que, por ende, la política en Puebla es diferente y exige una actitud reflexiva, renovada y edificante hacia el futuro.

Diputado del PRI y Presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado